martes, 5 de febrero de 2013
LA COLUMNA VERTEBRAL DEL CABALLO
La columna vertebral del caballo es de suma importancia, no sólo por la importancia lógica que tiene en la configuración propia del esqueleto sino porque además las vértebras en su disposición dejan un canal donde está situada la médula espinal, conexión del cerebro con los distintos órganos y estructuras.
En el caballo, como en el hombre se distinguen cuatro regiones en la columna vertebral:
Columna cervical (cuello), compuesta por 7 vértebras.
Columna dorsal (torácica), compuesta por 18 vértebras, aunque en esta región es normal la variante de número por exceso o por defecto y es fácil que existan 17 ó 19 vértebras.
Columna lumbar (lomo), compuesta por 6 vértebras, aunque también es frecuente el que existan 5.
Columna sacra (grupa) , formado por la fusión de 7 vértebras.
Columna coxígea o coccígea (cola), que sufre gran variación en cuanto al número, lo más habitual es que esté formada por 18.
La región cervical que es la estructura ósea del cuello es muy importante pues el caballo utiliza el cuello según la actitud o los movimientos que realice.
La 1ª vértebra cervical se llama atlas y es la vértebra que se une al cráneo. En esta articulación está la flexión de la nuca del caballo, que el jinete debe dirigir y que es fundamental para cualquier tipo de trabajo.
La 2ª vértebra, llamada axis se articula con el atlas y es esta articulación la que permite los movimientos laterales..
En su conjunto , la movilidad de las articulaciones cervicales son las que permiten las distintas disposiciones del cuello, que deben ser tan diferentes dependiendo de la edad, de los movimientos y del trabajo.
La articulación entre el atlas y el cráneo muy frecuentemente se sub-luxa, por movimientos indeseados, por viajes o , la mayor parte de las veces, por trabajos incorrectos. Un buen fisioterapeuta puede descubrir esta alteración y corregirla manualmente de forma muy sencilla, solucionando un problema grande pues esta sub-luxación le produce al caballo dolor e impotencia funcional relativa, que se suele reflejar por rigidez de nuca y tratar de corregirlo montado es imposible y empeora el cuadro.
Las vértebras torácicas o dorsales, tienen menos movilidad y forman parte del armazón del tórax (columna, costillas y esternón). Esta región es importante pues está muy a flor de piel y es donde se asienta la montura. Es muy frecuente, mucho más de lo que se piensa, una mala colocación de la montura , que implica dolor al caballo que se refleja en un comportamiento anómalo que muchas veces ni se sospecha.
La región lumbar, es la que está entre la montura y la grupa, es frecuentemente mal llamada dorso y es de mucha mayor movilidad que la columna torácica o sacra. Guarda gran relación con la región cervical y de hecho un caballo con una mala disposición de cuello no trabaja bien la musculatura lumbar pues la columna lumbar adquiere una posición invertida (debe de tener forma convexa hacia abajo). El trabajo de los caballos jóvenes con los cuellos largos y descendidos favorece esta convexidad lumbar e implicará una buena musculación que es absolutamente fundamental para que el caballo trabaje correctamente.
Es frecuente que los caballos árabes tengan sólo 5 vértebras lumbares.
La región sacra , que es de escasa movilidad, consta de 5 vértebras que están soldadas y constituyen la grupa.
La región coccígea que es la que forma la cola es de gran movilidad. Las variaciones en número de vértebras en esta región son muy grandes. El canal medular en esta región va disminuyendo de calibre distal mente.
El movimiento de la cola del caballo, representa fundamentalmente su actitud. Cuando está enfadado, el celo, el miedo ... De todas formas también guarda relación con la región lumbar y un caballo que está reunido trabajando correctamente con los músculos lumbares, tiende a arquear y subir la cola.
Si bien es el veterinario el que debe de valorar las posibles patologías del raquis, el jinete debe palpar con la mano frecuentemente la región espinal y para-espinal pues es una zona muy sensible y en seguida se detecta el dolor.
El montarse en los caballos directamente, según salen de la cuadra y ponerles de golpe el peso encima, algo muy frecuente, sin haber dado tiempo a un calentamiento de la zona es altamente perjudicial y se debe evitar. Una vez que uno se ha subido debe procurar cargar lo menos posible el peso del asiento sobre el caballo.
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